domingo, 28 de febrero de 2010

SOLO UNA HISTORIA QUE CONTAR.

Ella tenía que ver y conocer a ese paisano del cual le habían comentado sus amigos y amigas, pues al estar tan lejos, en una ciudad que no era la de ella, sentía cierta curiosidad por verlo y compartir quizas alguna platica...

MUCHOS AÑOS ANTES.



Gregoria, enfermera que había conocido a un médico cuando ambos hacían su servicio social en un pueblito en la sierra, estaba en labor de parto. Los pronósticos no eran buenos para ella ni para el bebé, afortunadamente, la bebé nació sana, de tez blanca y unos hermosos ojos verdes.

Fue a los mejores colegios católicos que sus padres pudieron costearle y siempre fué una alumna de gran aprovechamiento escolar, perteneciente de la escolta y de muchos diplomas.


Un día su padre mencionó a la familia que quería volver a su ciudad natal, a su gran ciudad y se llevo a toda su familia con Él.

Al principio batallaron con la madre de su padre (su abuela), mujer un tanto egoista, que no sentia aprecio ni por su nuera ni por las hijas de ésta, y que no estaba del todo agusto de que la nueva familia hubiera llegado a vivir a su casa temporalmente.

Todo parecía estar bien cuando se mudaron a su propio hogar. Entro a uno de los mejores colegios de la ciudad, donde estudiaría la preparatoria.

Ahí, una amiga le comento que estaba hablando recientemente con un muchacho que había conocido por internet. Ademas, que éste muchacho tenía a otro amigo de nombre Javier, al cual quería presentarle.

Salió así ella con Javier algunas veces. Al cine, a los parques, en fin, a varios lados donde los amigos pueden ir. En estos paseos Javier le hablaba de su amigo, el que casualmente era de la misma ciudad que ella. Le decía de su forma de ser, de lo que hacía su amigo, de que era buena gente.

Ella tenía que ver y conocer a ese paisano del cual le habían comentado sus amigos y amgias, pues al estar tan lejos, en una ciudad que no era la de ella, sentia cierta curiosidad por verlo y compartir quizas alguna platica...

Enterada ella de que Él trabajaba en un local sacando copias, en un parque cercano a su hogar, decidio ir a conocerle. Se hizo acompañar de una amiga, pues sentía algo de pena. Llego y entro al local. Lo vió, debía de ser Él. Le extendió una hoja.

- Ella: Me podrías sacar una copia de esta hoja?

- El: Claro que si.

El notó algo raro, la copia tenía el logotipo de la escuela a la que iba su amiga de internet, la que le había presentado a su amigo Javier a otra amiga, la cual, le habian dicho, queria conocerlo.



Pero Él nunca la habia querido conocer. Güerita? De ojos verdes? Yendo a esa escuela de ricos? Ni hablar, no era su estilo, debía de ser una fresa sangrona de lo peor, además estaba saliendo con su amigo.

- El: disculpa, tu eres... la amiga de Javier? La que es de mi misma ciudad?

Ella no pudo ocultar su sobresalto al sentirse descubierta.

- Ella: Si... soy yo.

- El: Así que me querias conocer?

- Ella: Si, pero te haces el difícil.

- El: No es así, es simplemente que no se había dado la oportunidad. Pero mucho gusto.

- Ella: Pues mucho gusto, me tengo que ir.

Salió con su amiga del local de las copias, sin darse cuenta que había dejado la hoja que había ido a fotocopiar.

Él se quedo pensando: "Parece buena persona, Javier tiene mucha suerte".

Pero quiso el destino que ella no se fijara en Javier, sino en El. Aún despreciando a otro pretendiente que era dueño de un negocio muy productivo en la ciudad y que en un futuro cercano tendria varías sucursales.

Él muchacho amigo de Javier, tuvo que luchar con los sentimientos encontrados de amar a la misma mujer que su amigo. Pero las cosas sucedieron y decidieron pasar su vida juntos.



Hoy, despues de muchos años, ella se fue a la sierra a hacer su servicio social, dejándolo solo a El, con su pequeña hija por 6 meses. La casa de los tres se siente diferente, como si presintiera que alguien falta. Le acaba de llegar un mensaje al celular que dice: "Diesel, llegue bien, ya te extraño un chorro y a la niña tambien, los quiero mucho, cuidense y no se olviden de mi, Berenice".



Hace mucho me dijo: Por que de mi no tienes ningun post en tu blog? Aquí tienes... el primero de muchos.



Saludos!!

miércoles, 10 de febrero de 2010

DE COMO LLEGUE A CIUDAD JUAREZ (POST REFRITO, PRIMERA PARTE).

Pues heme aquí, compañeros blogueros, después de unas merecidas vacaciones del mundo blogeril, pero siempre al tanto de sus post en sus respectivos blogs, y de las visitas a éste, mi humilde changarro.



Este mes de enero pasado, además de marcar mi 33 aniversario de vida, marcó el segundo año de vida de ésta mi segunda temporada en el apasionante mundo de los blogs. Y para conmemorar el acontecimiento, les traigo esta historia “refrita” de cómo llegue a Ciudad Juárez, espero la disfruten mis dos mil o tres mil lectores (diarios a-ja jajaja).

EL INICIO



Quiso el destino que mi madre diera a luz un 20 de enero de 1977 en Ciudad Victoria Tamaulipas a un hermoso bebé, que primero se pensó que había nacido con la deformidad de tener tres piernas, luego se sabría que una de esas piernas no era pierna, sino un rasgo distintivo de la virilidad de los hombres de la familia Armani jejeje (oh shingado, ¿Quien está contando la historia? ¿Ustedes o yo? Jajaja).

Y así crecí, en un pueblito enclavado (sin albur) al pie de la sierra madre oriental. Mi niñez fue feliz, y aunque carecía de lujos y riquezas puedo decir sin temor a equivocarme, que si volviera a nacer, desearía que todo volviera a ser exactamente igual.

Mientras tanto, mi padre, recién ingresado en mi nacimiento al mundo laboral, había conseguido un trabajo muy bien remunerado en una ciudad al norte de Tamaulipas, y de ciudad Victoria, llamada Reynosa. Estaba Reynosa a 4 horas en autobús, y mi padre desde allá nos enviaba dinero cada semana, no así su presencia, que duraba a veces 3 o 4 semanas para volver a verle cuando venia solamente de fin de semana.
Un día mi madre se entero, “por azares del destino” que mi padre suplía sus noches de soledad en Reynosa con la presencia de una fémina, compañera de su trabajo, y estalló la bomba, mi madre lo corrió de nuestras vidas, y mi padre regreso a insistirle.



- Mi Padre: entiéndeme… Yo solo en Reynosa, el edificio solo, mi habitación sola, la iglesia sola… (ah no, eso es de un chiste jajaja)…

Para no hacerles largo el cuento, mi madre lo perdonó, con la condición de que nos llevara con él a Reynosa, y ser una familia como Dios mandaba.

Mi padre acepto, y ahí vamos todos, sin consultarnos ni a mis hermanos ni a mí, que teníamos a la sazón 11, 8 y 6 años respectivamente. Empacamos todo en el auto que teníamos y ahí vamos, saliendo todos los vecinos y familiares a despedirnos.



Los primeros días en Reynosa fueron difíciles. Entramos los 3 hermanos a una escuela del centro de la ciudad, que tenía muy buena fama, pero también muy estricta. De principio le caí mal a mi maestra, pues por todo me regañaba, hasta por bostezar, y es que todos los alumnos de mi grupo éramos citados una hora antes de la entrada del resto del plantel para poder “avanzar” más pronto y ver más temas, así que yo venía entrando a la escuela a las 6 am.

Además, había dos hechos más. Uno, que yo era de Ciudad Victoria, y en Tamaulipas es normal que exista cierta rivalidad a muerte entre ciudades. Los de Victoria no queremos ni a los de Reynosa, Matamoros, Laredo, y Tampico. Y ellos tampoco nos quieren a nosotros jajaja. Algo similar a lo que pasa entre los Chihuahuitas y los Juarenses.

Otro punto es que yo había entrado “recomendado” por un tío que trabajaba en el magisterio de no sé qué. Total que esa escuela era de las más solicitadas, y casi todos los que estaban ahí, venían desde primer año juntos, ya todos se conocían, yo era como el “negrito del arroz”. Me toco de compañera de banca una chava werilla de nombre Azenek, y atrás de nosotros se sentaban Sonia y Sergio (el hijo del director de la escuela). Poco a poco me fui ganando su confianza y nos hicimos buenos amigos los 4, que formábamos grupito para todo.



La maestra al ver las calificaciones con las que venía (puro 10) me empezó a tomar afecto y me ponía de ejemplo con los demás.

En la clase de inglés, la maestra se quedaba sorprendida de lo bien que le movía al idioma de Shakespeare, aprendido en parte por mi afición a los videojuegos gringos.
En la clase de deportes, un día la maestra nos pidió que diéramos vueltas de calentamiento, yo me separe de mi grupito y corrí muy recio (pues traía la condición de haber corrido varias carreras de 5 Km. en Ciudad Victoria), la maestra me dijo:

- Maestra: No es necesario que corras recio, solo es calentamiento.

Pero me valió Wilson y apreté mas el paso, agarrando más velocidad.




La maestra me veía con los ojos pelones.

- Maestra: ¿Cómo es que te llamas?

- Diesel: Armani… Diesel Armani.

Y la vi que apuntaba algo.

Todo empezaba a encajar. Note que no le era indiferente a Azenek, aunque a mí la que me gustaba era Sonia.

En las clases llevaba puro 10, y me estaba adaptando a la ciudad, hasta que…

Un día llegando mi padre del trabajo nos dio la noticia.

- Papá: ¿Como ven? Me trasladan a Juárez, con todo y familia, con mejor puesto, auto nuevo, estancia de dos meses en un hotel de allá y mejor sueldo.

- Todos: ¿¿Qué?? ¡Pero si acabamos de llegar aquí! No tenemos ni 4 meses.


- Papá: Pues sí, pero salió esta oportunidad, ¿Que dicen? ¿Aceptamos?

- Diesel: Pero además, allá todos son gays ¿no? (jajaja yo tenía la idea por el Juanga).

- Papá: Claro que no, además no les he comentado, nos pagan el viaje a todos… ¡En avión!



- Todos: ¡Ooohhhhh!

Y es que los mentados aparatitos voladores solamente los habíamos visto en las películas o pasando por encima de Victoria, pues en ese entonces ni aeropuerto tenia la ciudad jejeje.

Así que por mayoría de votos decidimos emprender el vuelo hacia ciudad Juárez. Solo faltaba avisar en la escuela y empacar nuestras cosas. Lo que resulto la verdad muy difícil.

En la escuela cuando se enteraron mis 3 amigos (Azenek, Sonia y Sergio) lo tomaron a mal. Aunque no me dijeron nada abiertamente, su actitud cambio conmigo. No sé si sea un síndrome o tenga un nombre, pero la actitud de ellos fue de enojo conmigo, me excluían de sus conversaciones y se notaban molestos conmigo. Como si al molestarse conmigo sentirían menos el que yo me fuera.

Las maestras ni se diga…

- Maestra: ¿¿Qué?? Pero si ya venían los concursos académicos, te iba a meter a participar! Además, allá hace mucho frio, ¿Para qué se van para allá??

- Maestra de Inglés: WTF???!! Digo, ¿¿¿¿¿Cómo????? Si eres de los mejores en ingles ¿Cómo que te vas???

- Maestra de Educación física: ¿¿Qué?? Pero si venían los regionales, te iba a meter a atletismo.

Jajaja ahora resultaba que era el alumno soñado jajaja.

Pues al final hice las paces con mis amigos. Las maestras entendieron que era una oportunidad muy buena para mi papa. Y así, después de pasar el día en la posada escolar y departir por última vez con mis compañeros, me despedí con un abrazo sincero de ellos, y prometí escribir una carta apenas llegara a Ciudad Juárez, algo que nunca hice y de lo que me he arrepentido siempre.

Continuará con la segunda parte: EL VIAJE...

Saludos!

lunes, 1 de febrero de 2010

PREMIO BLOG INEFABLE

Pues estaba preparando mi regreso con un mega post refrito de como llegue a Ciudad Juárez. Pero dos amigas tuvieron a bien darme un premio al "Blog Inefable". Esas amigas son Marthita y Maru, asi que adelantare mi regreso de vacaciones al mundo blogero y dare las gracias por el honor que hacen al pensar en mi humilde blog para recibir dicho reconocimiento.



Debo de reconocer que a pesar de haber leído la enciclopedia británica de la A a la Z, la enciclopedia Grolier, El maravilloso mundo de preguntas y respuestas de Carlitos (Charlie Brown) y una inagotable colección del Libro Vaquero; Inefable se encontraba en el grupo de palabras (entre las que estan alegoría, sinlogismo, vituperio y pragmatismo) que yo desconozco totalmente.


(Nota: Foto "ejemplificativa", éstas no son mis pompis. Yo sí lleno un poquito más el pantalón jajaja)

Así que cuando vi que me daban el premio al "Blog Inefable" dije:

- Ps si se van a enojar mejor no me den nada (jajaja).

Pero ya leyendo con detenimiento vi que inefable es algo bueno. Así que le diré a mi esposa y a mi hija:

- Saben? ustedes son inefables para mi.

O si estornudo y alguien me dice salud, le diré:

- Gracias, es usted inefable.

O cuando vaya con el doctor: Digame la verdad! Lo que tengo, es malo??... O es inefable?? jajajaja.

Pues bueno, fuera de broma, saben que se les aprecia un chorro a ambas, por autodeclarase fans mias jajaja condenadotas, ya por eso aqui viven y ni renta pagan jajaja.

Y como estoy seguro que este premio ya es el más otorgado, pues más de un blogero ya tiene el premio por partida doble, cambiare un poquito las reglas, como lo hizo Marthita, y le daré el premio solamente a las dos personas que me lo dieron:

Maru de Chocolate: Ella dice que yo tengo mucho que ver en la creacion de su blog. Pues yo le digo que yo regrese al mundo blogero despues de mi cerrar anterior blog, por petición de ella. Así que ella es la principal responsable de estar aquí de nuevo dandoles lata. Es una asidua lectora y podría jurar que es la única(si Marhita leíste bien jajaja) que ha leído todos mis post, del anterior blog y de éste. Sabes que te aprecio mucho y espero poder un día estrechar tu mano en alguna reunión blogera. No te conozco fisicamente, pero me encanta que compartimos ideales y amor por nuestra querida ciudad. Eres una gran mujer y uno de los "botones" que pongo de ejemplo de que aquí hay gente buena y luchona, por la que vale la pena vivir en esta hermosa ciudad.

Marthita: Otra gran amiga, que como ella menciona: No nos vemos muy seguido, pero cuando la veo lo hago con gusto. Se que es de esas personas en las que se puede confiar ciegamente, y creanme que no hay muchas personas así. Me gusta mucho ir a su blog a leer, y si no comento muuy seguido es porque luego la riego y ahi me anda regañando por mail jajaja. Muchas gracias por estar presente siempre en mi blog, tú presencia en mi blog lo engrandece.

Saludos a todos y es bueno estar de vuelta!