Faltan 5 minutos para las 10 de la noche. Mi hora de entrada a trabajar.
Atrás quedo la epoca en que me iba 20 minutos antes a mi trabajo. El acumulamiento de cansancio físico y mental que he tenido en el último año, pero sobretodo, el retraso por más de una hora que diario tienen mis compañeros en sus horarios de entrada, han hecho mella en mi, que imito, si no en la misma medida que ellos, si un poco de ese desdén al horario de entrada.
Me despierto de la 3era hora que tengo dedicada al sueño durante el transcurso del dia( una hora en la madrugada, otra hora en la mañana y otra más en las noches). Voy al baño, enciendo la luz que daña a una pequeña cucaracha que huye despavorida de la luz incandecente del foco de 60 watts.
Veo mi demacrado rostro en el espejo, abro la llave del agua caliente y vierto un poco en mi cara y en mi cabello, aplanando 2 ó 3, quizas 100 ó 200 cabellos que estan fuera de lugar. El vapor llena el pequeño cuarto.
10:08 pm. Salgo de mi casa y enciendo el auto. La calle esta desierta. Me dirijo al puente internacional donde debere de recojer un radio de comunicación y de ahí dirigirme a otro puente, donde estará la base, y donde me podran localizar en caso de algun contratiempo técnico en alguno de los 3 puentes internacionales que comunican Ciudad Juárez con El Paso, Tx.
Llego sigilosamente al estacionamiento de la aduana y entro sin ser visto por los fiscales. No estoy de humor para atender sus "errores de novatos" y sus constantes preguntas obvias y tontas.
"En mala hora despidieron a todo el personal anterior y trajeron nuevos elementos...".
Entro al pequeño cuarto donde estan los servidores computacionesl y, donde mi compañero del turno anterior, que seguramente se fue media hora antes de su salida, me deja el radio donde nos pueden localizar en caso de alguna emergencia.
Salgo sin ser llamado por los aduanales, y parto del puente con dirección a otro cruce internacional.
En el camino, veo una tienda de conveniencia.
"Tal vez un café me despierte de este aletargamiento".
- Un café por favor.
- Encargado: Enseguida.
Se va y me sirve de una jarra humeante.
- Aquí esta joven.
- Me da leche o crema por favor?
- No me dejaron señor, yo tambien quería para mi café, pero ahora no me dejaron.
Trato de controlarme y respiro profundo.
- Pero... (respirando pausadamente, tratando de controlarme, despues de todo, no es su culpa)... no me gusta el café sin leche.
De pronto recuerdo que me acaban de pagar y puedo actuar estupidamente.
- Cóbreme tambien un litro de leche.
El despachador va por un litro al refrigerador, lo marca en la caja registradora y me lo da.
Mi vaso esta lleno hasta el tope, así que con un movimiento de mi mano derramo una cuarta parte del mismo.
- No tire el café! (Se escucha una voz a la distancia)
Ignoro el consejo y abriendo el litro de leche vierto un chorro a mi vaso de café negro, que se vuelve claro. Le doy el contenido sobrante del litro de leche al dependiente.
- Para su café.
En eso estaba cuando:
- No tire el café, mejor demelo a mi.
Volteo, y puedo ver a un indigente, alcoholizado, con ropas rotas y sucias, a un metro de mi, el cual había visto mi acción.
- Tenía que tirarlo, no le cabía la leche.
- Indigente: Mejor me lo hubiera dado a mi... no me da un sorbo de su café?
(Yo pensando: es en serio???)
- Mmmm mejor pida uno, yo se lo invito.
-Indigente: Un café! (le grita al dependiente por la ventanilla de la puerta, por la cual atiende unicamente a esas horas de la noche).
El dependiente se me queda viendo con cara de:" Es en serio? Lo vas a pagar tu?"
Con un ademan de mi cabeza, asiento y el dependiente va por otro vaso de café, el cual le entrega al indigente.
- Indigente: Gracias Joven.
- De nada.
- Indigente: Y en que trabaja joven?
- En la aduana.
- Indigente: Ahhh, yo soy escritor, he escrito varios libros.
- De verdad?
- Indigente: Claro, soy muy famoso. Si aquí donde me ves, yo vivo en el Paso.
- Ok.
- Indigente: De verdad? No me crees?
- No tengo por que dudarlo.
- Indigente: No me crees, verdad Cab%$??
- Si le creo. Bueno me tengo que ir.
- Indigente: Si a mi los migras me la pel&%$ los hijos de la chin&%$
- Hasta luego, disfrute su café.
- Indigente: Si yo he escrito varios libros, yo se un ching&%$, preguntame de lo que quieras.
- Me tengo que ir.
- Indigente: Mmmm que la ching&%$ contigo, no me crees. De seguro has de haber leído un libro mío.
- A lo mejor si, como se llama?
- Indigente: Me llamo Armani... Diesel Armani.
De pronto siento un vacio en mi cuerpo y mil punzadas me recorren al mismo tiempo, mientras el indigente con mirada y risa burlona arroja el café que le acababa de comprar.
- Indigente: Nunca nos gustó sin leche...
