martes, 6 de agosto de 2013

DIMENSION DESCONOCIDA, UNA HISTORIA EXTRAÑA.

La bella joven había sido invitada por su amiga a un rancho del estado de México, donde se llevaría a cabo una fiesta.

Serían alrededor de las 2 de la tarde cuando llegaron a la fiesta, en un área extensa y verde, adornada por un enorme cerro en las cercanías que le daban realmente un aspecto hermoso.




La fiesta transcurría sin contratiempos, por no decir, aburrida. De pronto la bella joven y su amiga decidieron salir del rancho e irse caminando por la carretera, rumbo al cerro, esto con el fin de pasear un rato y encontrar algo de diversión.

Iban subiendo la cuesta hacia el cerro cuando llegaron a un paraje semi poblado con algunas casas, modestamente construidas.

Las personas eran escasas, a no ser por un campesino que llevaba a pastar sus borregos a la cima del cerro, por el único camino que conducía hacia allá.

Más adelante, a la orilla de la carretera, estacionado, estaba un carro rojo, donde un grupo de amigos departía bebiendo bebidas alcohólicas.

A medida que las dos jóvenes se acercaron, llamaron la atención del grupo, quienes se quedaron viéndolas.

- Hola, a donde van?

Las dos jóvenes se quedaron mirando la una a la otra, y respondieron:

- Al cerro, a pasear un rato.

El joven que las interrogaba era un tipo alto, cabello güero, ojos de color, y bien parecido.

- Tengan cuidado, esta zona es peligrosa, mas para dos jóvenes como ustedes. No gustan una cerveza?




- No gracias.

Las dos jóvenes se quedaron platicando un rato con el joven y con otros de sus compañeros. Dentro del carro había otra persona “dormida” o en completo estado de ebriedad, inconsciente.




- No saben donde hay un hospital por aquí cerca? Es que tuve un pequeño accidente – dijo el joven alto y bien parecido, mostrándoles el brazo con una herida y algo de sangre.

- No, la verdad no, pero aquí abajo hay mas casas, puede que ahí encuentren un doctor.

- Tienen razón, gracias.

Después de despedirse de los jóvenes, las dos mujeres siguieron subiendo hacia la cima del cerro. Era casi seguro que encontrarían al pastor una vez estando arriba.

Pero, parecía haber un error.

Llegando casi a la cima, no había rastros del pastor, y un hecho curioso, de pronto las dos mujeres se dieron cuenta de que estando en pleno día, de pronto y súbitamente, sin darse cuenta, ya era de noche. Era como haber pasado de una dimensión a otra de un momento a otro.

Bajaron y llegaron a la explanada donde estaban las casas y donde a un lado de la carretera estuvieron platicando con los jóvenes.

Pero… algo estaba mal. En el mismo sitio donde minutos (u horas antes) estaba el carro rojo donde estaban los jóvenes, ahora estaba un carro viejo, chocado, y abandonado, quizás, de muchos años atrás. El vehículo también era de color rojo.



Armándose de valor, tocaron en una de las casas que ya eran cobijadas por la oscuridad de la noche.

- Si, quien es?

- Disculpe, queríamos preguntar sobre ese carro que esta allá en la carretera.

Salió un señor que se les quedo viendo con sorpresa. (Ellas podrían jurar que era la misma persona que había subido horas antes con el rebaño a la cima del cerro.

- Que hacen aquí muchachas?? Es peligroso que anden a estas horas solas por estos rumbos.

- Si, lo sabemos, solo queríamos saber que le pasó a ese carro que esta allá.

- Ese carro es de unos jóvenes, hace como 4 años que tuvieron un accidente y se mataron todos. Venían tomando y perdieron el control, matándose en ese lugar. Ya reportamos desde hace mucho el carro, pero nunca vinieron por el.

Las dos muchachas se miraron sorprendidas, eso quería decir que estuvieron hablando con las personas accidentadas años antes, el “accidente” del que el muchacho hablaba, era el choque que habían tenido, y, la persona “dormida o alcoholizada” dentro del carro quizás, y lo más probable, estaba muerta también.




Las dos muchachas salieron corriendo de regreso al rancho, no contaron nada de lo ocurrido, las tacharían de locas, y solo comentaron el hecho varios días o semanas después.

Una de ella, de complexión robusta, de la impresión cayó en una profunda depresión psicológica y bajó enormemente de peso, siendo casi una sombra de lo que alguna vez fue.

La otra joven, la bella Elena, trato de superar esa experiencia, y solo volvió a hablar de esta historia, la vez que me la conto a mí, su actual novio, hace algunos días, historia la cual transcribo íntegramente, tal como me la contó…

Saludos.

3 comentarios:

Enigmatiko© dijo...

interesante historia, buen blog felicitaciones

Caballero de la Blanca Luna... Y Diesel. dijo...

Muchas Gracias enigmatic© , saludos y gracias por pasar por mi blog, se bienvenido :D

Martiuks dijo...

Se me puso la carnita de gallina y pues si dicen (y he leído también) que las personas que fallecen en condiciones violentas o en un accidente, suelen "vagar" por el sitio donde fallecieron, pues supuestamente no aceptan que ya desencarnaron y repiten una y otra vez el suceso. (lo mismo pasa con la gente que muere ejecutada).

Dicen que lo bueno es ponerles velas de color blanco y rezarles, que eso les ayuda a encontrar su camino.

Como siempre padres tus relatos sobre fenómenos sobrenaturales, eso como que siempre ha sido muy característico de tu blog, y pues dile a tu novia que te siga contando ese tipo de cosas, enriquecen mucho a tu blog.

¡Saludos!