El viejo buró de color marrón estaba en el cuarto que alguna vez había pertenecido a mi tío. Yo vivía ahora en esa casa de mis abuelos, mientras mi padre lograba construir un patrimonio para mi madre, mis hermanos y para mí, en una ciudad a varios cientos de kilómetros más al norte de mi natal Ciudad Victoria.
Era la casa amplia, con tres recamaras y dos baños, una sala donde los muebles cubiertos por sabanas nos recibían a mis primos y a mi mientras veíamos las caricaturas.
Más atrás, unos árboles de mango pendían de sus ramas sus amarillentos frutos, cuyo peso hacían que colgaran las ramas casi hasta el piso. Las flores de mi abuelita estaban sembradas en un área de tierra negra, de la mejor calidad, que si aventábamos alguna semilla ahí, en una semana ya estaba echando brotes. Rosales, geranios, cuna de Moisés, gladiolas, todas éstas flores conviviendo en perfecta armonía junto al viejo árbol de limones, era un espectáculo para el que pasaba a cualquier hora del día por la calle sin pavimentar que se localizaba enfrente de la casa de mis abuelos. Así era la casa en la que viví los primeros años de mi vida y en la cual fui inmensamente feliz.
En el cuarto que había dejado mi tío (antes de irse a trabajar también junto a mi papa en una empresa en Reynosa), y justo debajo del mantel tejido por mi abuela, y del florero que contenía una rosa artificial color azul, se encontraba ese pequeño buro de 2 cajones, en uno de los cuales me encontré muchísimas cartas.
- Diesel: Abuelita, de quien son esas cartas?
- Abuelita: Son de tu tío Ramiro. Se las mandaba una amiga por correspondencia.
Las empecé a ver una por una, por fuera claro. Desde pequeño me habían enseñado a no leer las cartas o recados ajenos.
- Diesel: De Puerto Rico???! Ohhh.
A pesar de tener algunos 8 ó 9 años, ya sabía que eso debía de estar muy, muy lejos.
12 AÑOS DESPUÉS…
Ya viviendo en Ciudad Juárez, y teniendo una afición por unas caricaturas llamadas “Los Simpson”, fue una alegría saber que acababan de empezar a vender una revista llamada “Simpsons Comic”.
Compre el primer número de la revista, y aunque no eran tan graciosas como ver la caricatura, si fueron lo suficientemente entretenidas para empezar a coleccionarlas.
En cierto número, creo que el 17, apareció al final de la revista, en una hoja extra, algo así como: El club de la amistad de los Simpsons.
Era este club de la amistad, un apartado donde varios fans de los Simpsons habían mandado su dirección a la editorial encargada de publicar la revista y dichas direcciones aparecían ahora, para que cualquiera les pudiera escribir y mantener una amistad así, por correspondencia.
Rápidamente vino a mi mente el recuerdo de aquellas cartas que había recibido mi tío de su amiga de Puerto Rico y decidí de pronto yo también imitarlo y me puse a ver las direcciones. Venían varias direcciones de personas del país, pero de pronto algo llamo mi atención. En un apartado venían las direcciones de 3 amigas chilenas, chilenas! De ciudad Viña del Mar.
Una ciudad que yo ya había escuchado que tenían un festival muy famoso. Las 3 tenían la misma dirección, pero no los mismos apellidos, así que supuse que eran amigas y no hermanas. No sabía a cuál de ellas dirigirme, así que escogí al azar.
- Diesel: Carolina Basso… Me gusta el apellido, Basso.
Y así, a al día siguiente ya tenía una carta para Carolina Basso de Viña del Mar, Chile.
En ella le decía algo así como: Buenos Días, me llamo tal, vivo en tal ciudad, soy fan de los Simpsons y me gustaría que fuéramos amigos, saludos!
Claro, un poquito más explayado, pero en esencia eso era lo que le decía.
Pasaron algunos dos meses cuando de pronto me habla mi madre, había llegado el cartero y tenía carta… de Chile!!
Me decía que mucho gusto, que le encantaba mi país. Que ella era ecuatoriana, pero por motivos de trabajo de su papa se había mudado a Chile. Me conto de ella, me mando un dibujo de Taz, pues así le decían. Me mando algunos dulces de allá, no típicos, sino comerciales, como si yo le mandara chicles totito, o tix tix y un bote de Lucas.
Le conteste de inmediato y leía y releía mi cartita. Me dio un gusto enorme. Fui y deje de nuevo la carta, un poco pachoncita pues le había puesto yo también dulces de acá de Juaritos, le hice yo también un dibujo de Candy Candy, una caricatura japonesa ambientada en los años 1900 -1918 y cuyo doblaje corrió a cargo de persona… chilenas!
De nueva cuenta, serian alrededor de dos meses cuando de nuevo recibí carta de Carolina. Además de contarme más cosas de ella y de mandarme algunas tarjetas de caricaturas, me mando su “correo electrónico” para que nos pudiéramos comunicar más rápido, y su teléfono.
Correo electrónico??? Qué es eso? Pensé. Fuí con unos amigos de ese entonces que habían entrado a estudiar ingeniería en sistemas, y me explicaron que correo electrónico era una especie de página de internet desde donde se podían enviar cartas de manera rápida y eficaz, sin la espera de tantos días. Les pedí que me consiguieran uno y así obtuve mi primer correo electrónico. En ese entonces aun no era muy famoso Hotmail y yahoo mail, menos. Mi primer correo fue de una compañía que ignoro si exista aun llamada www.gratismail.com.
Empecé a mandarle a Carolina correos, pero el servicio aun con que era rápido, dejaba mucho que desear, además el internet en ese entonces era lentiiiiiiiiiiiiiiiiisimo. Y mis amigos me propusieron conseguirme otro correo de una compañía que estaba poniéndose de moda en ese entonces, llamado Hotmail.
No, no! Pensé. Eso de “Hot” suena a porno, que pena, no, no. Pero ps me dijeron que no era nada malo, y que todos tenían ya ese mentado “Hotmail”, que resulto ser un poco mejor que gratis mail, y así nació mi primera cuenta en Hotmail, que aun recuerdo la cuenta, pero no el Password, por lo que esa primera cuenta la perdí, la cuenta era: Pollito_ninja@hotmail.com
Que de donde saque ese nombre? De un chiste que era mi “chiste de batalla” para romper el hielo.
El chiste no era en si un chiste, era una adivinanza: Que es amarillo por dentro y negro por fuera? Un pollito ninja. Jejeje, Si, estaba simplón pero me dio muy buenos resultados.
Aunque ahora la comunicación con Carolina era más rápida, aun así no lo era tanto, pues yo no tenía internet.
En la universidad yo estudiaba medicina, y en ese entonces el internet era casi exclusivo de las carreras de ingeniero en sistemas, por lo que el único momento que yo tenía para accesar al internet era cuando mi amigos estudiantes de ingeniero en sistemas, me “metían de contrabando” al centro de computo de IIT (Instituto de Ingeniería y Tecnología) de la UACJ, y estaba yo ahí con el nervio de que me descubrieran que no era de sistemas y me sacaran.
Después de uno o dos meses, di el siguiente paso. Agarrando valor, le llame una noche alrededor de 5 minutos, solamente para saludarla y escuchar su voz. No lo podía creer, su voz era preciosa, tenía un acento entre argentino y “uruguasho”, y hablaba así como hablan los chilenos, como si estuvieran “mormados”.
No le volví a hablar, sino hasta que llego el recibo y vi cuanto costaba cada minuto. La respuesta llego con la noticia de que tenía una llamada a Chile por 5 minutos a un costo de $50 pesos. 10 pesos el minuto? En ese tiempo yo sin trabajo ni nada. Pero bueno, mi papá me seguía dando dinero por semana y de ahí saldría para pagar la llamada.
En cierta ocasión sucedió.
Le marqué con un reloj al lado para ver cuánto tiempo me aventaba en la llamada.
Su voz me hipnotizaba, le preguntaba cualquier cosa, con tal de que me respondiera y pudiera yo escucharla.
- Carolina: No querés colgar sha? Mirá que te va a salir caro.
- Diesel: Nombre, tu “seguíle”, víste? Que no pasa nada (Yo también dizque hablando argentino jajaja).
- Carolina: Vale, pero cuando querás cortar la “shamada” me decís.
Y así me fui, que otro minutito, que no, que mejor otros 5 minutitos y otros 5 minutitos, y esos 5 minutitos fueron 140 minutitos!! 2 horas con 20 minutos en una llamada internacional a Chile.
No ps ya valió, pensé cuando colgué. Pero no me arrepentía, me había gustado tanto hablar con ella que valía la pena el desafío de ver cómo le iba a hacer ahora para pagar la cuenta telefónica.
Al mes, yo estaba al pendiente del cartero, quería tener el recibo antes que mi madre. Un día llego el recibo. Rompí el sobre de Telmex y lo que me sospechaba: $1600 de teléfono, $200 de lo que normalmente se pagaba, y $1400 pesos de una llamada de 2 horas 20 minutos a Viña del Mar, Chile.
Chale, ps a conseguir el dinero. Lo primero que hice fue buscar en el periódico algún empleo, pero todos necesitaban experiencia previa y yo no había trabajado antes en nada, pues como comentaba en post anteriores, mi padre nunca me había dejado trabajar.
Cierto día pasando por las afueras de Wal-Mart, que estaba cerca de donde yo vivía, note que una manta mencionaba que se solicitaban empleados de piso para sus diferentes departamentos. Fui a presentar los exámenes y así quede, para empleado de juguetería. El sueldo como se imaginaran, no era mucho, además estaba el hecho de que el pago era por quincena, y yo necesitaba el dinero con urgencia.
Decidí al mismo tiempo buscar otro trabajo, así que de nueva cuenta compre el periódico. Esta vez me llamo la atención un anuncio que decía más o menos así:
"Necesitas Dinero? Ven y dona plasma en El Paso, Texas. 40 dólares para donantes nuevos y 20 dólares para donantes asiduos. Hasta 3 donaciones por semana”.
Ps de aquí soy, pensé. Tome un videojuego que tenia pensado empeñar en una casa de empeño del otro lado, para aprovechar la ida, y me fui con mi hermano Carlos, pues estaba nervioso por lo de la inyección que me tendrían que poner para extraer mi plasma.
Cruzamos y nos dirigimos al lado de Zaragoza en el Paso,Tx, donde estaban ubicadas muchas casas de empeño. Llegamos y preguntamos en varias, pero siendo que el videojuego le había costado 200 dólares a mi papa, y que los prestamistas nos daban 8 dólares solamente, se nos hizo un robo y claro que no lo empeñamos.
Así que el siguiente paso era ir a la calle Copia con otra que la verdad no recuerdo, a donar mi plasma y tener al menos esos 40 dólares para darle un “abonillo” a mi madre por lo de la cuenta del teléfono.
Llegamos a un pequeño edificio con estacionamiento a un costado, donde dejamos el auto. Entramos al local y era como una sala de espera. Donde alrededor de unas 20 personas estaban platicando sentados en sillas, leyendo el periódico otros.
Al fondo estaba una ventanilla tipo banco, con cajera y toda la cosa. En otro lado, al fondo de un pequeño pasillo estaba una puerta con el letrero de “Doctor”.
Le pregunte a una de las personas que estaba sentadas que como estaba el rollo.
- Ve ahí y te anotas con la señorita de la ventanilla, luego ellos te llaman y te pasan al cuarto de al lado.
Fuí y me apunte y le pregunte como estaba el rollo.
- Señorita: Es tu primera vez?
- Diesel: Si, que es lo que hay que hacer o que?
- Señorita: Mira, lo que se hace es te insertamos una aguja con una pequeña manguera que se conecta a una centrifuga. Ahí pasa tu sangre y se le da vueltas para que se separe en hematocrito (glóbulos rojos, blancos, plaquetas, etc.) y plasma, que es la parte líquida de la sangre. Se te regresan tus glóbulos y plaquetas y se te vuelve a sacar más sangre así conectado y se vuelve a hacer el mismo procedimiento. Todo el proceso se tarda aproximadamente 1 hora.
- Diesel: Una hora con la aguja en mi brazo???
- Señorita: Así es, mira pásale acá al cuarto de al lado para que veas como es.
Pase y era un cuarto como con muchos sillones como los de los dentistas, todos con pacientes o donadores acostados, y con una manguera en el brazo conectado a un aparato que estaba dando vueltas.
Se me acerca una señorita vestida con uniforme de medico y me enseña una aguja con manguerita, todavía empaquetadas.
- Mira esta es la aguja que se te pondrá.
Nombre, para que les cuento. Era la aguja mas grande que había visto en mi vida! Era para inyectar caballos o que rollo???
Empecé a ver todo negro, y a sentir que la presión se me bajaba.
- Señorita: Que tienes? Te pusiste blanco.
Yo no podía contestar, disimuladamente estaba viendo el piso a ver donde podía caer, porque estaba seguro que iba a azotar de la impresión :S
- Señorita: A ver, espérate, sal a la sala de espera y dile a la de la ventanilla que te de un jugo, como que se te bajo la presión. Te lo tomas y cuando te sientas bien me dices y pasas de nuevo.
Salí e hice lo que me indicaron. Me dieron un juguito de naranja en una latita.
- Mi carnal: Que te paso???
- Diesel: Ps no manches! Inche agujón!! Ya no quierooooo!
- Mi carnal: Pero ps ya estamos aquí, ya te apuntaron en la lista.
Me puse a pensar que hacer. Si irme así silbando muy despistadito, o si de plano salir corriendo y dejar mi silueta marcada en la pared como en las caricaturas :S
- Señorita: Ya? Ya se siente mejor?
- Diesel: Estemm… quien dice eso?? No veo nada, veo todo negro. :S
- Señorita: Ok, espérese otro rato y cuando esté listo me dice.
Estaba viendo a ver si había algún ducto por donde escapar, cuando vi una cartulina con “Inconvenientes para donar”.
Empecé a leer:
Haber sufrido un ataque cardiaco, tener un mal coronario, tener tatuajes, haber padecido una enfermedad venérea, en el caso de los hombres tener perforaciones (sin albur), haber ingerido alcohol 72 horas antes, consumir drogas, tener algún tipo de arritmia, ser obeso, haber donado sangre…
Arritmia?? (Me cayo el veinte) Ps yo tuve una arritmia hacia algunos años.
Me levantó y voy con la señorita:
- Diesel: Oiga este, ps yo tuve una arritmia hace algunos años.
- Señorita: De verdad?
- Diesel: Ps sí.
- Señorita: A ver pásele con la doctora al fondo del pasillo.
Toque y entre al consultorio, explicándole a la doctora que años atrás yo había tenido una arritmia.
- Que no se pueda, que no se pueda, me puse a rezar.
- Doctora: Híjole pues sabe que joven? Así no puede donar plasma.
- Pensando: Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!! De aquí soy!!!
- Diesel: Pero… pero por qué??
- Doctora: Es una de las causantes para no donar, porque si la tuvo puede regresar la arritmia o si tiene pues complicarse, y puede ocasionarle un mal mientras esta donando, y eso representaría un daño para usted y una demanda segura para nosotros.
Ya la había librado. Pero para hacerlo mas creíble, me dispuse a presentar mi mejor actuación en la vida jejeje.
- Diesel: Pero, no me diga eso, tengo que donar! Necesito el dinero. Deme chance.
- Doctora: No, lo siento, no se puede.
- Diesel: Pero… Les firmo algo! Lo que se, que yo autorizo, no me pueden hacer eso, vine de tan lejos solo a eso, en verdad necesito el dinero.
- Doctora: Pues no sé, si quieres firmas una excluyente de responsiva, tal vez…
- Pensando: Cállate we y ya vete!
- Diesel: Este… Pues por otro lado…. Si usted dice que puede hacernos mal a los dos, ps osea que necesidad :S verdad, para que anda uno de aferrado.
- Doctora: Si, mejor no.
- Diesel: (poniendo carilla de perro regañado) Pues… gracias de todos modos… al menos… lo intente.
- Doctora: De nada y pues lo siento mucho.
Salí y me siguió mi hermano a la salida.
- Mi carnal: Que paso??
- Diesel: Ahorita te digo, pero córrele, antes de que se arrepientan!
Salimos y nos subimos a mi auto y arrancamos, y no pare ni me sentí seguro hasta que cruce el puente internacional de regreso a México.
Me quedaba aun la deuda, pero al menos mi bracito seguía intacto :S
Tomando valor y una decisión de hombre adulto… le llame a mi tío Ramiro, aquel de las cartas y le pedí el dinero prestado, dinero que me envío desde Tamaulipas de inmediato y le entregue a mi madre junto con mi primer sueldo de Wal-Mart. La llamada de 2 horas 20 minutos estaba pagada.
No me había fijado como lo que me motivo a tener la amistad con mi amiga chilena fue el saber que mi tío había tenido una amistad con una amiga muchos años atrás, y ahora era él precisamente el que me sacaba del problema.
El dinero nunca me lo cobro mi tío, incluso una vez me dio más dinero jejeje. Carolina se hizo mi cibernovia. Aprendí la lección y solamente le llamada cuando compraba una tarjeta telefónica y de un público (aunque eran solo 4 ó 5 minutos).
Pero esas, como siempre queridos y amables 2 ó 3 lectores, son otras historias.
Saludos!!