viernes, 16 de julio de 2010

"TOSCA".

Nunca había tenido necesidad de trabajar. Gracias a Dios mi padre pudo proporcionarme todo lo que necesite, sobre todo en los últimos años de mi vida.

Por eso se “saco de onda” cuando a los 16 años le mostré el periódico donde se anunciaba que una empresa maquiladora de Juárez estaba solicitando operadores de producción, desde los 16 años cumplidos.



Eran las 6 y media de la mañana, el tomaba café como de costumbre, como desde hace años lo hace religiosamente, día tras día. Estaba listo para salir a su trabajo.



- Papá: Que quieres que vea?

- Diesel: Lo del anuncio Pa, solicitan trabajadores desde los 16 años, ya puedo ir :D

Yo estaba nervioso, sentía el estomago vacío. Para todos estos menesteres necesitaba la aprobación de Él.

Tomó el periódico, lo hojeo 3 segundos y lo hizo a un lado.

- Papá: No. Tú no tienes necesidad de esto. Ponte a estudiar.
Se levanto y se fue a su trabajo.

Y ahí quedo otra oportunidad de “conocer mundo”, de saber lo que era ganarse el dinerito por uno mismo. Toda la noche anterior agarrando valor para decirle, pensando que se sentiría orgulloso, para nada.

- Mamá: No te enojes, ya sabías que no te iba a dejar.

- Diesel: Era mi oportunidad de que viera que ya me puedo valer por mí mismo.

- Mamá: Pues sí, pero ya será más adelante. Vas a desayunar?

- Diesel: Si mami, pero me le quita la orillita al pan con mantequilla? Es que no me gusta así? :D



- Mamá: Pues no que ya te puedes valer por ti mismo?

- Diesel: No, no me cambie el tema :P

Total, después de ese rechazo ya no lo intente de nuevo por varios años. Simplemente cuando fui mayor de edad me contrate en lo único que sabía hacer: manejar. Tome un empleo de repartidor de pizzas en Popeyes Pizza, sin pedirle permiso a mi papá. Me acababan de regalar un Jetta 91 color esmeralda, que sería el vehículo que usaría para repartir, pues no sabía conducir motocicleta.



En la entrevista de trabajo:

- Y sabes repartir pizzas?

- (No, pero si quiere tomo la carrera en la Universidad ¬¬) Si señor, si se.

- Y cual sucursal te queda más cerca? Estamos solicitando en ésta de Insurgentes y en la otra de Américas.

- Aquí, en insurgentes.

En ese entonces vivía exactamente en la esquina de esa sucursal (Insurgentes), a escasos metros de la pizzería, una chava que me gustaba muchísimo. La acababa de conocer, y aunque un amigo quería andar con ella y la había conocido primero, ps no le hacía mal a nadie con escoger trabajar ahí y verla de vez en cuando.

Así que por estar cerca de donde vivía mi amiga Berenice, tome el trabajo en esa sucursal. Claro que a mi grupo de amigos, donde ella estaba incluida, nunca les mencione que tenía la opción de trabajar en otro lado, limitándome a decirles que el trabajo era solamente ahí.



Me pagaban en ese entonces $350 pesos de sueldo base por semana, más $4 pesos de ayuda a gasolina por cada entrega. Esto es, si en el día tenía 10 entregas, multiplicadas por $4 pesos eran $40 pesos que se me pagaban diarios.

Ahí aprendí a amasar en mis ratos libres, a medir cantidades, nunca la “receta secreta” (jajaja) de la salsa ni de la masa, pues nos daban las medidas ya listas de unos preparados que traía el dueño. Corría el rumor de que esa receta la había aprendido el dueño cuando trabajaba en Pizza Hut del Paso, Tx.



Con el paso del tiempo, mi auto empezó a resentir tanto ajetreo (sobrecalentándose y matándose por varios minutos) y no pude continuar repartiendo. Pero como había aprendido lo esencial de cocinero (amasar, extender tortillas, llenar las pizzas y tiempos de cocción) me contrato el jefe, como otro empleado más en la cocina, ayudándole eventualmente de repartidor cuando había algún pedido grande, por ejemplo, algunas 10 pizzas para una maquiladora.



Con el tiempo deje Popeyes. Y mucho tiempo después ocurrieron muchos cambios en mi vida: mi amiga Berenice se había convertido en mi esposa Berenice, la amistad que teníamos se había convertido en amor, y tiempo después el amor tomo forma y cuerpo en una hermosa bebé a la que llamamos Diana Sofía Armani.



Aunque mis padres me ayudaban económicamente (pues nos encontrábamos estudiando Berenice y yo), un dinero extra nunca estaba demás, más aún que la ayuda económica de mis padres era suficiente solamente para cubrir las necesidades de Diana Sofía (Pañales, talco, toallitas, leche Nan, gerbers, cereal, aceite, cremas para la piel, ropita, pediatra, biberones, etc).



Cierto día hojeando el periódico vi que ofrecían trabajo como cocinero en una nueva pizzería: “New York Pizza”, fui y quede, pues traía la escuela de “Popeyes” y entre los cocineros haber trabajado ahí era sinónimo de conocimiento, pues las cantidades de venta que manejaba Popeyes en ese entonces eran tantas, que haber trabajado ahí significaba que sabíamos trabajar y estábamos acostumbrados a la presión de atender tantos pedidos.



Contrario a Popeyes, ahí si se nos indicaban los ingredientes, tanto para elaborar la masa y la salsa, así como las cantidades de necesarias para elaborar cada una. Con el tiempo me quede de encargado del lugar, y modifique un poco la receta, haciendo mis propias mezclas, pero en esencia eran los mismos ingredientes.



La escuela me impidió continuar en el trabajo, pero mi jefe me seguía hablando de vez en cuando para saludar y para preguntarme algo relacionado con el trabajo.

Aun así, el dinero, como comente, nunca estaba de más, y cabe decir que al contrario, hacía falta. Así que de pronto se me ocurrió una idea. Ya teniendo yo el conocimiento de cómo funcionaba el negocio, donde adquirir ingredientes, tiempos de cocción, donde comprar las cajas, etc decidí poner mi propio negocio de pizzas. En casa de mis padres.



Acondicione la cocina de mi madre, solamente sábados y domingos, pues serian los días que tendría libre por la escuela. Conseguí los ingredientes y ayudado por mi ex – jefe de New York pizza, que me “dono” unas mallas circulares sobre las que se colocaba el tortilla para su cocción, inicie mi pequeño “negocio de pizzas”.



En mi computadora diseñe algunos tipos de volantes, escogí el mejor, le saqué copias, elabore el menú y el primer sábado, después de tener la masa lista, la salsa en su punto y los ingredientes en el refrigerador salí a repartir volantes por las colonias aledañas a mi hogar.

Que si no me daba vergüenza volantear? Si, mucha, pero más vergüenza me daba no tener dinero para poder llevar a mi esposa a algún lado o no poder comprarle un par de zapatitos a mi niña, así que como decían por ahí: “La vergüenza era verde y se la comió una burra”.



Salía con las copias de los volantes caminando a Pradera Dorada, a San Ángel, a Villahermosa, a Fuentes del Valle y no regresaba hasta terminar los 200 volantes que repartía diarios, cada sábado y cada domingo, desde las 5 am, cuando todo en la ciudad era calma y tranquilidad.

Regresaba a la casa a tener todo listo para los pedidos. Y así poco a poco empezaron a caer clientes regulares y clientes nuevos. Y también poco a poco, echando a perder, agarre facilidad para manejar el horno de la estufa de mi mama, aprendí a ahorrar tiempo pre cociendo los ingredientes en el micro, “logotipie” mis cajas blancas, y establecí rutas mas rápidas para entregar, así como la mejora del menú y la elaboración de ofertas atractivas para los clientes.

Nunca faltaban los clientes que se querían pasar de vivos:



- Cliente: Y si no llega en 30 minutos, es gratis como en Dóminos?

- Diesel: Ah claro que sí, pero entonces si llega a tiempo se la tendré que cobrar también al precio que la dan en Dóminos.

- Cliente: No, no, está bien compa, tárdese lo que se tenga que tardar.

Jejeje o los clientes con algo de curiosidad:

- Cliente: Oiga y por qué solo venden sábados y domingos?

- Diesel: Ah es que entre semana le doy chance a Dóminos y a Peter Piper para que ellos también vendan algo.

Jajaja, si, siempre he sido medio m… :P

Cierto día me tocaba iba volantear por fuentes del Valle. Recorri muchas, muchas calles y aun así me quedaban volantes, que fui colocando en el camino de regreso a mi casa.



En eso iba por una calle ya cercana a mi domicilio cuando algo me paro en seco.

Un perro pastor alemán estaba ladre y ladre a través de una reja de una casa, esto, por la banqueta por la que yo tenia que pasar.



Mejor me cambio, de banqueta, pensé. Pero luego recordé el famoso dicho: “Perro que ladra no muerde”, y este perro estaba ladrando muy fuerte.

- Fiuff, ta landrando, tons no va a morder.

Así que pase como si nada bien contentillo escuchando sus ladridos. :D
Pero en eso, zaz!

Que me tira una mordida a través del barandal y se prendió de mi pierna. Sentí como si me echaran agua fría y una punzada recorrió todo mi cuerpo desde la pierna que me mordió hasta el cerebro.

El perro no me soltaba y zarandeaba la cabeza con mi pierna entre su hocico.

Yo estaba sacado de onda, muy sorprendido.

- Yo: Pero… pero… el refrán…. Lo del ladrido….que rollo????!

Pero inche perro se me hace que nunca había escuchado el refrán:

- Perro: grrrrrrr, grrrrrrr, grrrrrrr!! (bien apepenado de mi piernita).
Por fin me soltó y continuo ladrando. Yo continuaba sacado de onda.



Levante mi pantalonera negra marca Adidas. Y Pude ver como en la pierna ya presentaba un orificio del tamaño de una uva, del cual salía un hilo de sangre que escurría profusamente.



- Señor, Señor!! – empecé a tocar en la puerta. Quería ver si el perro estaba vacunado contra la rabia.

Una cortina se movió, alguien se asomaba, pero la volvieron a cerrar y nunca abrieron, por mas que yo seguí y seguí tocando.

Con la pierna ensangrentada llegue a mi casa gritando.

- Mami, me mordió un perro!!!

Salieron mi madre y Bere asustadas y me pidieron que me lavara.
Después de eso fui con mi madre a la casa donde el perro estaba ya amarrado y alejado de la banqueta.

Mi madre tocaba y gritaba:

- Abran!!, Abran!! Su perro mordió a mi hijo!!

Yo así con algo de pena pensando: Estem… yo no vengo con ella :S
Por fin salió un chavo de algunos 25 años y le contamos lo que había sucedido. Entro a su casa y saco una cartilla de vacunación del perro, que resulto ser perra de nombre “Tosca”.

Fuimos al hospital general. Aun contra mi voluntad, no quería que me fueran a poner las vacunas contra la rabia que son creo 13 alrededor del ombligo :S

- Diesel: Este… ps así está bien ma, ya no me sale sangre, yo digo que con un curita y ya :D

- Madre: No, hay que llevarte para que te chequen.

- Diesel: Ufas :S

Ps total, llegamos al área de urgencias del Hospital General (yo por ser mayor de edad ya no entraba en el plan médico de cobertura total que tiene mi padre para El, mi mama y mis hermanos U_U) Pues no quise que me llevaran a Poliplaza que estaba más cerca, no vi que fuera necesario y ps para que pagar tanto por algo tan simple :S

Llega el médico interno (estudiante) y me dice:

- Mmmm no ps no es muy profunda, esa herida no requiere sutura eh? (Me dice medio mam… como si yo le hubiera estado suplicando que me suturara).

- Diesel: Claro que no!! En esto estoy totalemente de acuerdo con usted, y ni me iba a dejar es más, con eso le digo todo! Pos este! U_U

Solamente de imaginar que una aguja curva con hilo 00 entrara en la carne de mi piernita una y otra vez para cerrar la pequeña herida me daba ñañañaras :S

- Médico interno: Bueno, solo le haremos una curación, y le pondré… la vacuna del Tétanos.

- Diesel: Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!!!

Mi grito retumbó por todo el hospital, las palomas del techo salieron volando. La gente afuera murmuraba:

- Pobre, ha de haber recibido una terrible noticia.



Mi mortal enemigo! Maldito sea!! Maldito sea el que descubrió esa vacuna antitetánica, maldito sea P. Descombey!!

Lo peor, que por ser hospital público tuve que pagar yo para comprarla y para que me la pusieran :S

Y he ahí otra anécdota (un poco largo el preámbulo jejeje) de otra batalla perdida contra la vacuna antitetánica.

Saludos!!

6 comentarios:

majana dijo...

Hijole!!! entonces si de plano no hay que hacer caso del dicho de "perro que ladra no muerde" ouch!!!:S.....
Todo lo que tuviste que pasar, para que te mordiera un perro, no pues no, y luego... inyección :S mello!!

Bueno, pero dejando atrás todo esto, muy padre relato, gracias por compartirlo :P.

Buen fin!

M a r u dijo...

Ooorale caballero, esa parte de que abriste tu negocio en casa de tu ma no me lo sabia. Tons eres bueno para eso de las pizzas veda?
A mi tambien me mordio una perra doberman una vez, un dia posteare sobre ese dia tan horrible.
no pense k le tuvieras tanto miedo a las inyecciones jeje
saluditos caballero, buen sabadito :D

Caballero de la Blanca Luna... Y Diesel. dijo...

Majana: Asi es, no hay que hacer caso de ese dicho, o de perdido enseñarselo a los perros para que ellos tambien se lo sepan jajaja. Gracias por pasar y leer, estuvo larguito pero bueno, es otra parte de mi que no conocian (sina lbur)

Maru:Que??? como que no sabias?? :S

Pense que eras la fan numero 2.

U_U

Esa historia de que puse mi propia pizzeria la postee en mi anterior blog, de hecho se llamo Historias de Pizza, algo asi. Y puse muchas historias sobre la pizza y yo. Saluditos y gracias por pasar!! Y si, les tengo pavor a las inyecciones :S

Martiuks dijo...

Diesel:

Cuando leí el título de tu post, pensé que te ibas a referir a la ópera que lleva ese nombre y que por cierto está padrísima en intensa (como todas las óperas).

Y pues ya leyendo bien lo que compartes en este escrito me trajiste a la mente muchos recuerdos de mi primer trabajo, los papás como que siempre se oponen a que trabajes, pero yo pienso que es bueno que te dejen irte "fogueando" porque eso te ayuda mucho en tu formación como persona, te ayuda a hacerte responsable y sobre todo a valorar y cuidar más lo que te compras porque ya te costó trabajo ganártelo.

También es interesante conocer esa parte de tu vida, sabía yo que eras un estuche de monerías, pero veo que le has hecho a todo y sobre todo es admirable como se fue construyendo tu vida junto a Bere, ya nos has compartido algunas cosas, pero se ve que han pasado por cosas difíciles y es bonito ver que siguen juntos.

Lo de la vacuna, pues ya era tu destino, no te salvaba ningún poder humano sobre la faz de la tierra.

P.D. Ya ando comentando aquí pa' que luego no andes de "Sentidito ehhh".

¡Ah se me olvidaba! a mi también me mordió un perro y yo iba ese día a correr al estadio, según yo no me había hecho nada, nada más llegué al estadio y me lavé y aunque al principio no parecía nada grave, al siguiente día se me hinchó la pierna... Yo no dije nada (porque sabía lo de las vacunas y aparte el perro que me mordió a mi era callejero... Por fortuna no pasó nada, nada más en las noches de luna llena me pongo como loca y me tienen que amarrar... jajajaj... No es cierto!!!

Caballero de la Blanca Luna... Y Diesel. dijo...

Marthita: A mi me sonaba como a "Toscana" jajaja pero si, mugre perrilla, si se hubiera llamado "mansita" o "Tranquilina", ps no me hubiera mordido jajaja.

Si fijate que hemos pasado muchas cosas, y aunque yo ya no la ame, si la quiero muchisimo, hemos compartido tantas cosas y lo mas importante, nuestra hija que sera un vinculo que nos una siempre.

Con lo de que te mordio un perrillo callejero, ps que mal que no te trataste y lo bueno que no trajo consecuencias graves, ah muchachilla, miedosa de las inyecciones.., cof cof estem... :P

Caballero de la Blanca Luna... Y Diesel. dijo...

jajaja no te habia comentado que me ataque de la risa con tu comentario de que en las noches de luna llena te vuelves "Loba", como Shakira jajajaja.

Lo tendre en cuenta para futuras ocasiones en que salgamos a algun lado como la ves de los tacos eh? jajaja Saludos!