viernes, 23 de enero de 2009

DE LA SERIE. El LADO OSCURO DEL CABALLERO DE LA BLANCA LUNA Y DIESEL.

LA VEZ QUE CASI MATO A UNA PERSONA.

Ciudad Victoria, Tamaulipas, esta rodeada de una cordillera llamada Sierra Madre Oriental, a los pies de cuya inmensa majestuosidad se encuentra un valle rodeado de ríos y vegetación muy pintoresca.



Es común que haya elevaciones por toda la orilla de la ciudad, donde incluso de asientan colonias como la colonia Mainero, La boquilla, la Roseta, por mencionar solo algunas. Tambien en éstas elevaciones esta el seguro del IMSS, mejor conocido como "El seguro de la Loma", pues se encuentra en lo alto de una loma y mirador desde donde se divisa toda la ciudad. Mención aparte merece "El Santuario", una hermosa iglesia estilo barroco donde se celebran las bodas de la "High" en Victoria. Tambien tiene un hermoso mirador con vistas que son espectaculares.



En esa zona de "La Loma" se encuentra una colonia de clase baja, donde algun tiempo vivía una bisabuela mía. Su casa estaba en una subida, pero no era la única, pues había algunos cerros cercanos a cuyas faldas se asentaban varias casas, humildes tambien.



Mi primo Alejandro y yo, pequeños en ese entonces de algunos 11 años El, y 8 años yo, escalabamos hasta arriba por una subida pronuciada de algunos 200 metros. Al estar en la cima, descendíamos corriendo alcanzando altas velocidades, velocidades que casi siempre no podíamos controlar y al trastabillar nuestras aceleradas piernas caíamos a una velocidad tal, que rodabamos literalmente en los tramos finales. Era cuestión solamente de sacudirnos la tierra de los pantalones, limpiar la sangre de nuestros codos o rodillas (si es que andabamos en short) y subir nuevamente para repetir la "adrenalinesca" experiencia.

Cierta vez que subimos, se nos ocurrió, como modo de entretenimiento, aventar piedras y ver como iban rodando. Pasaron algunos minutos y nos divertía ver como las piedras rodaban y rodaban hasta perderse de vista metros mas abajo.

Al terminarnos las piedras pequeñas, empezamos con piedras mas grandes. Una de esas, de alrededor de unos 10 kilos, del tamaño de una sandía, fué lanzada por mi primo hacia el fondo, donde alegremente se fue dando tumbos y golpes, hasta caer por una ladera de la cima en que nos encontrabamos.



Así transcurrió el tiempo, seguimos jugando en la cima, cuando a los 5 ó 6 minutos subió un muchacho de algunos 20 años.

- Muchacho: Ustedes son los que estaban aquí hace rato??

- Nosotros: Si.

- Muchacho: Ya ni la ching....!!!! Casi matan a mi papa!

- Nosotros: Queeee???!

- Muchacho: Vengan!

Bajamos por la ladera hasta llegar a una casa a la orilla de la cima de la loma. En un patiecito estaba una silla de madera y paja, y justo al lado, a unos 10 centímetros aproximadamente, estaba la enorme roca que mi primo había lanzado momentos antes.

- Muchacho: Aquí estaba mi papa sentado, casi le cae en la cabeza, pues que piensan o que???!!

Nosotros estabamos todos contrariados, no pensamos que eso fuera a pasar.

- Muchacho: Denme el nombre de sus papas y la dirección, los voy a buscar ahorita.

Sobra decir que en esos tiempos, por menos que eso, mis tiernas y blandas carnes de la region pompiana, osea pompis, habían recibido cintarazos, chanclazos, varazos, y "cabledelaplanchazos". Así que pense, al igual que mi primo, supongo: "Nombre, con ésta si nos matan".



Dimos nombres falsos y direcciones falsas, a donde prometió ir el muchacho para hablar con nuestros padres.

Ya cuando nos íbamos, el muchacho nos seguía diciendo muchas palabras que por respeto a ustedes, mis dos o tres lectores, no repito por la altisonancia de tan florido lenguaje.

Mi primo, no se quedo atrás y le dijo ya para irnos a modo de que no oyera el tipo:

- Primo: Chin.. a tu...

- Muchacho: Que dijiste Cab...!!!?

- Diesel: Ya we, callate!

- Primo: No, ps este cab... cree que le tengo miedo..

- Diesel: Ya, mejor no digas nada, vamonos ya.

Así lo hicímos.

Y es así compañeros blogeros, que por un juego infantil casi casi, le partímos literalmente la choya a un cristiano que nada tenía que ver en el asunto.

Me sorprende a veces la "casualidad" de la vida. Si esa piedra hubiera rodado, centímetros más, centímetros menos en el trayecto que recorrió hasta caer justo al lado de una persona, quizas mi vida hubiera sido diferente.

Quizás habría pasado unos 5 o 10 años en una correccional infantil, donde no se que malas mañas habria aprendido, y no se en donde estaria en este momento.



Me recordó a esa película donde sale Brat Pitt llamada "Sleepers", donde los niños protagonistas "jugando" roban un carrito de hot dogs, y en el trayecto se les safa y va a caer en unas escaleras de una estación del metro, donde matan accidentalmente a una persona y son llevados detenidos a una correccional de menores, donde les pasan muchas, muchas cosas malas.

Y aquí se muestra que cada acción que realizamos, por minúscula que ésta sea, tiene una gran repercusión, no solo en nuestras vidas, sino en la vida de los demás.

Saludos.

3 comentarios:

Martiuks dijo...

Diesel:

Pues el rollo es que a uno de chavito todo se le hace fácil.

Yo tengo dos hermanos (hombres) y nos tocó crecer con otros dos primos (varones también) y ya te imaginarás que yo jugaba a la par de ellos, nosotros vivíamos también arriba de una lomita y tu anécdota de correr desde la parte más alta de la loma me recordó mi época de infancia, aunque nosotros nos aventábamos a veces en un cartón y terminabamos también con las rodillas todas raspadas.

Por otro lado, fue una suerte que al señor que le cayó la piedra no le pasara nada, como bien dices tú, todos nuestros actos tienen consecuencias y lo bueno fue que lo tuyo no pasó a mayores.

Buen finde.

Mariana dijo...

uy!! Muy bueno tu post, pero coincido con martuchis, cuando estas pequeño no te importa nada mas que la diversion y no te pones a pensar en las consecuencias. Lo bueno es que a ese pobre cristiano no le tocaba aun estirar la pata, asi que se salvaron jajaja.

Yo a lo mas que he llegado es a casi hecharme dos que tres peatones jajajaja (espero nunca hecharmelos de verdad :S)

Te mando un beso.

Ξ ® ₪ € § ך Θ dijo...

Me ha gustado mucho tu post... en lo personal es cierto que en ocasiones hasta la accion mas inocente puede tener repercusiones considerables. Uno de niño no mide las consecuencias que pueden tener nuestros actos (incluso de adulto aun no lo sabemos) pero nos gana a veces la curiosidad.
Yo fui bastante travieso de chiquito, nos gustaba entrar a casas en construccion y aunque me lleve varios huesos rotos y varias heridas que me dejaron huella de incontables puntos de sutura, a esa edad todo nos parece divertido.
Excelente inicio de semana!!