LA LLORONA

Hace 15 años vivía por el rumbo de la colonia Segunda Burócrata en Ciudad Juárez. Esta colonia se localiza, para los que conocen Juárez, entre unas calles céntricas llamadas Plutarco Elías Calles y Avenida Paseo Triunfo de la República.

Por esta colonia, y específicamente por atrás de la casa donde yo vivía en la calle Plan de Ayutla, pasa la acequia madre. Un pequeño canal cementado que conduce agua a través de la mancha urbana de Juárez, con dirección a las tierras de cultivo que se encuentran afuera de la ciudad, específicamente en el llamado Valle de Juárez, que se caracteriza por la siembra de pastos forrajeros para ganado y de algodón de buena calidad.

Cierta noche de verano, me encontraba en mi habitación, solamente con una sábana blanca, pues aunque afuera hacía calor, adentro el aire acondicionado refrescaba lo suficiente como para no dormir con algo extra que mitigara las leves ondas de viento frio que salían por la rejilla blanca, final de los ductos del aire, que estaba colocado arriba, en la pared.



Serian las 3 de la mañana (noten que casi siempre, es en esta hora cuando se presentan sucesos “paranormales”) cuando creí distinguir un leve quejido a lo lejos.
Primero pensé que sería el viento frio que salía de la rejilla, pero poco a poco el sonido se fue haciendo un poco más claro, una especie de lamento.

- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay (se escuchaba lejos, como a unos 500 metros).



Debe de ser un borrachito o un gato – pensé, tratando siempre de encontrar una explicación lógica.

- AAAAAAaayyyyyyyyyyyyyyy (el lamento se escuchaba mas cerca, como a unos 200 metros)

- Gulp. Pues borrachito ya no es.

- AAAAAAAAAAAAAAAAAAyyyyyy!!!!

- El grito se escuchaba detrás, por el área de la acequia, pero, no era un lugar para andar, alrededor de la acequia solo había yerba y carrizales.

- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY!

- El sonido sonó atas de mi casa.

- La sangre se me helo, empecé a sudar frio y a no sentir el cuerpo! Como pude me tape con la sabana, tenia terror en ese momento, quise gritar a mis padres, pero no me salía la voz. Pensaba que “lo que sea que fuera” que estaba atrás de mi casa, caminando seguro por el área de la acequia, podría escucharme, pues mi cuarto estaba separado del de mis padres por un pasillo grande y para llamarlos, tendría que gritar.

- Y si lo que se está quejando entra?? Y si traspasa la pared? Fueron como siempre, segundo que se me hicieron eteeeeeeeeeeeeeernos.

- AAAAAAaaaaaaaayyyyyyy – se escucho un poco más lejos.

- Aaaaaaaaay – Mas lejos aún.

- Y de pronto me volvió el alma al cuerpo. El lamento se fue haciendo más distante hasta que desapareció.

Sé que no estaba soñando. Sé que no era alguien herido a las 3 de la mañana en un área que generalmente esta resguardada por malla ciclónica en todo su trayecto al cruzar por Juárez. Y se, que aunque no invoco a sus hijos, esos gritos, esos lamentos, no pudieron ser de nadie más que de “La Llorona”.

No le deseo a nadie esta experiencia, pues quizás las letras escritas no describan el miedo, el terror de escuchar tan lastimosos lamentos en una oscura madrugada de verano.

Y aunque nada que ver, solo el titulo, les dejo un video de una de mis cantantes favoritas, Lila Downs.



Su música hace que quiera conocer mi país y recorrerlo de todo a todo, somos afortunados de vivir en este país, tan lleno de tradiciones, de cultura y de leyendas como la de La Llorona.



Saludos!